martes, 9 de junio de 2009

REFLEXIÓN PERSONAL

REFLEXIÓN PERSONAL ACERCA DE LA ASIGNATURA

Una vez finalizada e impartida toda la asignatura, no queda sino realizar una reflexión genérica sobre la misma, basándonos en la perspectiva global que sólo es posible adoptar una vez ha concluido esta etapa del proceso formativo.

Considero que la asignatura de Educación de Personas Adultas es realmente una de las más útiles en mi educación como educador y trabajador social, porque conlleva la aceptación de que cualquier momento de la vida es idóneo para continuar aprendiendo, que nunca es demasiado tarde para adquirir nuevas destrezas y habilidades, que todo el mundo puede desarrollarse a la vez que el mundo se desarrolla, y, en definitiva, que el crecimiento intelectual perdura y brinda constantes oportunidades.

Esto se vuelve crucial en nuestra profesión, dado que tendremos que intervenir en multiplicidad de casos en los cuales nos encontraremos con personas adultas que presentan necesidades urgentes de ser educados o reeducados, que necesitan obtener una cultura mínima para acceder a un empleo, actualizarse para ganarse la vida laboralmente o integrarse en un contexto social en continuo cambio.

Y es cierto que el mundo de hoy ofrece mil y una vías, como hemos visto en toda la asignatura, para alcanzar estos conocimientos a todos los niveles, y adaptados a las condiciones y necesidades de cada usuario. Pero también existe mucha desorientación y desinformación, aún se deben mejorar los canales o puentes mediante los cuales estas oportunidades lleguen a toda la población.

Y es ahí donde intervendremos como educadores: en poner al alcance de la mano de cada persona que lo precise y desee, una alternativa educativa y formativa, sea cual sea su edad, para que no piense que la educación se acaba en la infancia, sino que en la adultez sigue siendo posible. Y creo que gracias a esta asignatura he podido obtener multitud de conocimientos relativos al tema, he comprobado de manera propia (mediante el blog) que un adulto puede ponerse al día con las innovaciones de la educación y comprender su utilidad, y, en definitiva, me he descubierto a mí mismo como parte de todo el engranaje educativo, permanente, libre e igualitario.

Y es que "la edad de cada hombre es su escuela desde la cuna a la tumba."